Sólo necesitas verlos a unos 10 metros de distancia para saber que son ellos. Si no los puedes ver, escuchas su voz, que aunque a veces es fuerte y otras no, siempre es una melodía para tus oídos. Ahora, si no los puedes ver ni oír, seguramente sentirás su energía, una energía que viaja en el aire y se trasforma en un abrazo que te recibe en el lugar que estés: eso es lo que hacenlos "latinlovers".
Algunos vienen de clima tropical y descrestan con su baile. Otros son del sur y aunque parecen arrogantes no lo son, simplemente están seguros de lo que hablan. Otros son de un costado por lo que han tenido que inventar más de mil palabras para explicar el porque de la forma de su país y lo que allí se escode, lo hacen con gusto. Hay otros más que están en el centro, están aislados del resto del continente pero sólo para esconder la belleza única que aún el hombre blanco no ha podido tomar. A los del otro costado no se les entiende nada pero cuando los ves solo necesitas encontrar en su sabor una excusa para tratarlos como hermanos.
Cuando esos "latinlovers" van solos por el mundo hacen amigos donde sea, pero cuando los mismos se reúnen entre ellos hacen una fiesta de cualquier cosa. Saben que tienen hermanos regados por todo el mundo y celebran cuando encuentran a alguno. Sin embargo esos latinos de sangre caliente, despiertan celos y envidia porque son los únicos que tienen hermanos por doquier. Aquellos que quieren pertenecer al grupo de los del continente latinoamericano, sienten admiración porque saben que este fenómeno no se repite en ninguna parte del mundo: siento pena por ellos.
Antes pensaba que ese concepto de "latinlovers" era despectivo, sin embargo ahora me doy cuenta que sólo era un calificativo mal armado de lo que somos: amor al ser latino. Parece una mal traducción pero todos saben que es cierto, saben que no se puede negar que somos los seres que más amamos nuestras raíces y por lo tanto amamos a las personas de todo nuestro continente de forma especial. Fuimos dotados con la mejor lengua del mundo, aquella lengua que nos permite expresar el amor de mil formas a personas de más de 20 o tal vez 21 países que conocen el mismo significado. Pues si, amamos el ser latinos.
Y lo mejor de todo, nos gusta compartir lo que somos. Siempre estamos dispuestos a enseñar de donde venimos y a corregir su español. Estamos dispuestos a enseñar nuestros bailes pero no se confundan, somos más que eso. Les enseñamos a amar cada cosa que hagan porque las cosas que nacen del amor. se viven con pasión. ¿Y que pedimos a cambio? Lo único que pedimos es una sonrisa porque es lo que más nos gusta hacer en la vida: sonreír.
Nota: Si les gusta esto, compartanlo con todos los hermanos Latinoamericanos del mundo, seguramente algunos todavía no se han dado cuenta del orgullo que genera ser de esa parte del continente.
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